Después del estreno de «Algo que celebrar» y «Las aventuras del Capitán Alatriste», TVE ha estrenado después de tenerla tropecientos meses en la recámara, «Victor Ros», una miniserie de seis capítulos que aspira a convertirse en serie si la audiencia acompaña, y esperemos que lo haga.
La serie, basada en las novelas de Jerónimo Tristante y con guiones de Javier Olivares, muestra las andanzas de Victor Ros, un policía intuitivo y moderno, que recuerda a Sherlock Holmes con un toque de Juan Tenorio, en el Madrid de finales del siglo XIX.
El piloto de la serie sirve para presentar a los personajes (el amigo delincuente, la prostituta con buen corazón, el mentor, el jefe sin escrúpulos, el científico adelantado a su tiempo, la chica adelantada a su época…) y sobre todo, sirve para mostar los matices de Víctor Ros, tan capaz de observar el mínimo detalle en una casa que parece maldita como de tener una pelea casi ninja contra unos rateros que quieren atracarle en plena calle. Se presentan dos tramas; la capitular, que presenta a una chica que parece endemoniada y ha tratado de matar a su marido en una casa con pasado oscuro y el gran arco de temporada, que con una clara analogía con Jack el Destripador, muestra a un despiadado asesino de prostitutas, que (SPOILER) acaba matando al personaje de Tito Valverde para cerrar el capítulo con un gran Cliffhanger.
La serie es entretenida, con diálogos directos y rápidos, hace alusión a hechos históricos como la Guerra de Cuba, el asesinato de Prim o el nacimiento del feminismo, y además, homenajea la ciudad de Madrid mostrando la Puerta del Sol, los Jardines de Sabatini, la Plaza Mayor o el barrio de La Latina como escenario de las tramas, en conclusión, «Víctor Ros» es un auténtico soplo de aire fresco, una muestra de la calidad de la ficción española y la prueba de que un producto tan bien hecho, siempre acaba brillando.
Redactor: José Miguel Esporrín
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