En los últimos meses los hoteles de cinco estrellas en Madrid negocian importantes proyectos de inversión extranjera. La apuesta de la compañía canadiense Four Seasons por reconvertir la plaza de Canalejas en un complejo con un hotel, residencias de lujo y un centro comercial, ha encendido la alarma en otras empresas del sector, que tenían sus proyectos escondidos en un cajón.
Tras la venta del Triángulo de Canalejas a Four Seasons, otras marcas como Hilton, Hyatt, Marriott y Kempinski se han interesado en entrar en la pelea por hacerse con las mejores plazas hoteleras de la capital y los actuales propietarios tantean el mercado en busca de potenciales compradores. Es el caso de Omega Capital, propietaria del Hotel Ritz y por el que Marriott habría ofrecido 130 millones a la empresa controlada por Alicia Koplowitz.
Todos estos movimientos han acelerado importantes proyectos para los hoteles de Madrid, como la rehabilitación del hotel Miguel Ángel o de la Plaza de España. En esta última, son cuatro los proyectos que se llevarán a cabo. En la Torre de Madrid, Metrovacesa ha convertido sus estancias en apartamentos de lujo y aún reserva las primeras plantas para la instalación de un hotel; el Edificio España, ha sido adquirido por el inversor chino Wang Jianlin y planea la construcción de un hotel con tiendas de lujo; en los números 3,4 y 5, VP hoteles ya ha iniciado el derrumbe de los edificios para la construcción de un hotel de cuatro estrellas con 21.000 metros edificables y, junto al Senado, la Compañía Asturiana de Minas también podrías reconvertirse en hotel, aunque todavía se encuentra en fase de estudio.
El Miguel Ángel puede ser otro de los objetivos de la cadena Hilton, la favorita para hacerse con el hotel e iniciar la reforma. En el mismo punto se encuentra el InterContinental, en el Paseo de la Castellana, que se encuentra inmerso en una operación qatarí que debe ser aprobada por Bruselas y que atañe a otras plazas en el continente europeo.
En definitiva, Madrid se encuentra en el punto de mira de los inversores hoteleros, que podrían contribuir a recuperar la imagen turística de la capital, tan mermada en los últimos años.