Sin duda, darle importancia a los pequeños detalles puede marcar la diferencia y, a la hora de decorar nuestro hogar, incluir elementos ornamentales que den ese toque especial son un must en las casas con estilo. Una bonita lámpara de cristal, una silla de diseño, un almohadón con estampados exóticos (…) son pinceladas que reflejan nuestra personalidad y que pueden influir en nuestro estado de ánimo.
La decoración de nuestro hogar debe ser una expresión de nuestra creatividad y nuestros gustos, no hay límites y todas las ideas son importantes. Sin embargo hay que tener en cuenta la dimensión del espacio que vamos a decorar, el presupuesto con el que contamos y el tiempo del que disponemos. Además, gracias a internet podemos ver infinidad de ideas, fotografías y estilos diferentes para ver cuál es el más adecuado para el espacio que queremos decorar. Si dispones de poco tiempo puedes optar incluso por comprar online, donde puedes encontrar desde objetos vintage hasta muebles de diseño que le darán a tu hogar un toque de originalidad.
Una vez tengamos clara la estrategia, debemos seguir el instinto y dejarnos llevar por la inspiración. Aquí es donde entran los pequeños retoques de estilo que manifiesten nuestra personalidad. La ventaja de los detalles es que no son inamovibles y aburridos, sino que son sencillos y nos ayudan a disfrutar mucho más de nuestra casa, ya que con poco podemos traer un soplo de aire nuevo a un espacio y remodelarlo fácilmente. Añadir bienestar situando un puf en un rincón o vivacidad colgando unas cortinas alegres, incluso agregar frescura poniendo flores naturales en un jarrón, son algunos ejemplos que pueden crear confort y elegancia.
Asimismo, redecorar una estancia con pequeños cambios puede ser una ocasión excelente para reciclar objetos y reutilizar muebles antiguos, de este modo podemos acercar la diversión a la decoración y el estilo. Una escalera de madera antigua transformada en estantería, un tapete de ganchillo enmarcado en un cuadro o una botella en forma de lámpara, pueden ser elementos característicos que disfrutaremos mucho más, ya que los hemos creado nosotros mismos.
Sin embargo, no debemos caer en la tentación de recargar demasiado los ambientes, sobre todo si son reducidos y con escasa iluminación. El abuso de los elementos puede dar sensación de agobio y caos, además de impedir la movilidad y denotar falta de buen gusto. Recordemos que una de las directrices del design es “less is more” (menos es más) y, a veces, la sencillez es la clave.
Redactora: Claudia Ortiz