¿Te quieres reír con Shakespeare?
«Medida por Medida» estará en el Teatro Bellas Artes, de Madrid, del 1 de agosto al 2 de septiembre
Cambian los tiempos, los lugares, las personas/personajes: lo que no cambian son las motivaciones humanas. Decía Sófocles en su «Antígona» que el ser humano es extraordinario, capaz de lo mejor y de lo peor, de crear y destruir, de vencer las complejidades de la vida, y de sucumbir a las pasiones más primarias. Leído el párrafo al completo llegamos a la conclusión que unos pocos versos de Sófocles explican, hace 2500 años, lo que, transcurrido todo ese tiempo, a nosotros nos cuesta cuatro dinA4.
Shakespeare, como Sófocles, Calderón, o Durrematt, alcanzaron la virtud de contar historias desde los claroscuros del ser humano, sin perder de vista las historias en sí. Por eso son clásicos. Por eso es «Medida por medida» una pieza extraordinaria y extraordinariamente actual.
Sexo, muerte, poder y corrupción.
Con estos ingredientes Shakespeare construye esta comedia “impura”, esta pieza de difícil clasificación en términos de género dramático, que no es del todo comedia, que no es del todo drama, y que lo que sí que parece ser es una dramaturgia extraordinariamente personal del poeta inglés, probablemente la más personal, es decir, la más comprometida con su tiempo y su pensamiento.
Sinopsis
Vincentio, Duque de Viena, incapaz de aplicar las leyes cristianas que castigan las prácticas sexuales contrarías a las mismas, delega el poder en Ángelo, un inquisidor incorruptible. En su primera decisión como juez supremo, Ángelo castiga a Claudio, joven vienés, a morir. Su delito: ha fornicado con su novia y la ha dejado embarazada. No, no es que no se quiera casar con ella, que quiere; es mucho más simple: la ley castiga a quien fornica fuera del sacramento. Isabella, hermana de Claudio, a punto de entrar en el convento, se ve en la obligación de interceder ante Ángelo para que perdone la vida de su hermano. Carácter, inteligencia, virtud, recato y belleza. Eso es lo que aporta Isabella. Y eso es lo que percibe Ángelo, el incorruptible, como un enorme aliciente para turbar el carácter de Isabella, anular su inteligencia, para finalmente, pervertir la virtud, aprovechar la belleza y, si fuera necesario, forzar el recato de la joven, todo a cambio de la vida del hermano sentenciado. Y todo esto lo ve el duque bajo un disfraz de fraile, como un espectador ávido de entender, casi en un ejercicio obsceno de vouyerismo onanista, hasta el punto de enamorarse, también, de Isabella, lo que convierte a su sucesor en su rival.
A todo esto, naturalmente, ni Ángelo primero, ni Vincentio después, cuentan con la opinión de Isabella sobre su propia opinión, gustos, planes, en fin, sobre si le apetece tomar un café con ellos, o ir al teatro. El cortejo de la seducción no forma parte de esta pieza maestra. Ángelo extorsiona a Isabella, y el Duque pretende hacerla suya mediante el voto de obediencia a la máxima autoridad política.
Sexo, muerte, poder y corrupción. Con estos ingredientes Shakespeare construye esta comedia “impura”.
Ficha Artística:
Dirección: Emilio del Valle
Versión: Emilio del Valle / Isidro Timón
Escenógrafo: Arturo Martín Burgos
Intérpretes: Nacho Vera / Gonzala Martín Scherman /David Luque / Chema de Miguel / Jorge Muñoz / Juan Díaz / Salvador Sanz / Muriel Sánchez
Figurinista: Juan Ortega
Iluminador: José Manuel Guerra
Ayte. dirección: Gonzala Martín Scherman
Coreógrafa: María Mesas
Música original: Nacho Vera
Producción ejecutiva: Gabriel Blanco
Fotógrafo: Miguel Sarti
Producción: Factoría Teatro – Inconstantes Teatro
Estará en el Teatro Bellas Artes de Madrid, de miércoles a domingo,
Duración: 110 minutos. Horario: 20:30
Edad recomendada: Mayores de 14 años.