Entrevistamos al actor, Emilio Gutiérrez Caba,
Descendiente de actores, desde sus abuelos, sus inicios en el mundo de la interpretación comenzaron al finalizar el servicio militar, no empezando de la manera tradicional como empezaba la familia, empecé como amateur en el Instituto San Isidro de Madrid y en 1963 realiza su primera película y a día de hoy arrastra 5 décadas a sus espaldas, compartiendo profesión con muchas generaciones.
Actualmente inmerso en el Teatro, con la obra, “Copenhague”, del escritor y dramaturgo inglés, Michael Frayen, junto a Carlos Hipólito y Malena Gutiérrez. Obra que se hizo ya en Madrid 2002. Es la historia real de dos científicos atómicos, físicos nucleares que fueron Premio Nobel de Física, Niels Bohr y Werner Heisenberg, uno maestro y otro alumno, y que tuvieron un encuentro en Copenhague en 1941, que resultó la frustración de la no prosperación de la bomba atómica, que seguramente no prosperó porque mi personaje, no le dió los suficientes datos a su discípulo para que pudiera llevarse a cabo. Poniendo de manifiesto un problema ético sobre el uso o los límites de los avances en la física teórica para determinados fines, en este caso bélicos/armamento militar.
A parte tiene un aspecto sentimental, en la relación que existe entre alumno y maestro y la que tiene el matrimonio con este chico más joven y todo el peso tan grande, sobre todo moral que tienen los científicos en el desarrollo de la humanidad. Todo esto se refleja en esta obra, que es muy fascinante, no solo por las cosas que se dicen, sino también por las cosas que se plantean.
A finales de mayo podremos disfrutar de ella en el Teatro de la Abadía, actualmente girando (Zaragoza, Sevilla, Vitoria…).
Pese a tener una vis cómica y haber hecho mucha comedia a lo largo de un periodo de su vida, mayoritariamente la línea en la que han ido sus personajes, ha ido orientada su imagen más seria, personaje “malo”, aunque la comedia le parece muy interesante con un gran potencial de desarrollo y no descartaría poder dar vida a un personaje de una comedia de Molière.
Recordamos su interpretación en el teatro en “la mujer de negro”, obra a la que tuvimos el privilegio de asistir, junto a Iván Massagué, que dió vida a un personaje divertido. Obra que ya ha representado tres veces, la primera vez en 1998, de la que guarda un gran recuerdo, en la que se lo pasaba muy bien, tiene un cariño especial a su personaje, Arthur Kipps, abogado de mediana edad. Una obra en la que él siempre ha estado presente.
Emilio nos recomienda “Hermanas” Teatro Kamikace, “Jauría” una obra muy interesante con muchísimo éxito de público, “Moby Dick”, aunque ya no está en cartel. Compañía Nacional del Teatro Clásico, Teatro María Guerrero, tiene montajes que están muy bien.
En cine su recomendación, “Roma” y “Dolor y Gloria” de Almodovar, una de las películas punteras de este año, podemos estar de acuerdo con el cine de Pedro, pero es innegable que es un Director con mayúsculas. No podemos olvidar su colaboración, en “¿qué he hecho yo para merecer esto?”
Cuando le pregunto si le queda algo por hacer en su extensa, variada y completa trayectoria profesional, nos indica que siempre quedará algo por hacer, tanto en su carrera profesional como en la vida. Su ilusión, representar, vivir cada día. Ahora, mis ilusiones se basan en conseguir pequeños retos, como hacer una buena representación de “Copenhague”, que esa función se pueda hacer bien y sobre todo que la disfrute el público. Nos indica que cuando eres joven aplicas una estrategia y te das cuenta que cuando esa estrategia ya la has aplicado y el tiempo ha pasado y tienes que aplicar otra. “Todo el presente es continuamente pasado”, es una verdad de Perogrullo, vivimos constantemente en el pasado, comenta.
Emilio, también hizo bastante radio, cuando había un cuadro de actores en Radio Nacional y hacían muchas interpretaciones de novelas, de teatro y ese cuadro de actores se disolvió, cesando de hacer radio, aunque ha realizado intervenciones hablando de cine, estuvo en Radio Barcelona los domingos, casi nueve años. La radio le parece un mundo fascinante porque puedes estar viviendo una realidad visual y al mismo tiempo estar conectado con una realidad auditiva que no es la tuya.
No es consumidor de las redes sociales, las utiliza de manera limitada, para felicitar, mostrar afecto o desafecto por alguien, pero nunca entrar en descalificaciones o discusiones. Echa de menos la falta de cartas, correspondencia, son más táctiles, más carnales, el correo electrónico le parece que es más complicado, frío, aunque sea más rápido y puedas escribir a más velocidad. Indica que tenemos más comunicación, pero más restringida, hay cosas que deberíamos hablar en vez de escribirlas, porque igual figuran, pero no están bien expresadas. Las conversaciones han cambiado debido a las nuevas tecnologías y formas de mensajería. Nos anima a hacer un ejercicio de saber cuándo se usa el móvil y cuándo no se debe utilizar, ya que, a veces, resulta terrible estar en una mesa y cómo están comiendo y cada uno está con su teléfono móvil, cuando estás al lado de otro ser humano, comunicándote con otras personas, pero no hablando con las que estás físicamente, deshumanizando en cierta medida las relaciones de los seres humanos, por la falta de contacto, incluso de empatía. Considera que el mundo de hoy es un poco más caótico, con un gran descontrol y a la vez con un gran control sobre el individuo, pequeños retos, causándole un gran escalofrío por el mal uso que el ser humano de todo lo que inventa.
Emilio, ya nos mostró su faceta de escritor con su libro, “Vinos de Cine”, una especie de tratado de maridaje entre películas y vinos, del año 2000, muy interesante, los libros que se recomiendan están muy bien, buena edición y maquetación, con unas fotos preciosas de cine, de actores y actrices, sobre todo de cine americano, los comentarios de la película los hace Emilio y los comentarios del vino/bodega de la película o la persona.
Recordamos aquí su personaje de Vicente Cortázar en la exitosa serie televisiva “Gran Reserva”, malo donde los haya, serie en la que se encontraba muy a gusto, rodeado de gente muy interesante (Ángela Molina, Tristán Ulloa, Paula Echevarría, Belén Fabra, Garrido, Aitor Luna…), a parte, le reportó también, el Premio Ondas 2011, como mejor intérprete masculino en ficción nacional. “Generalmente los papeles de muy malos suelen ser más lúcidos, tienen una carnaza y una enjundia que no tienen los de los buenos buenísimos, salvo que el bueno tenga un punto oscuro o su verdad quede en entredicho”.
Actualmente acaba de acabar un libro sobre su familia, todavía sin título, que actualmente está corrigiendo y trata las mujeres de mi familia, su tía abuela, abuela, madre y hermanas, todas, actrices. Recuerda a su hermana Irene, que falleció en 1995, se pueden ver cosas de ella en televisión española, televisión a la carta y le resulta muy sorprendente, calificándola de fiera escénica.
También tiene otro libro preparado, sobre los rodajes de cine que ha hecho, basado en las experiencias que ha tenido, que espera que vea la luz el próximo año.
Gran cinéfilo y lector, se considera un público muy visual, consumidor de cine y aficionado a las teleseries realizadas con una textura casi cinematográfica, como “Hermanos de Sangre” o “Pacífico”, series producidas por Spilberg.
El panorama del cine actualmente, lo ve, como todo, muy confuso y sin saber qué pasará después de las elecciones de abril, lo que sí entiende es que hay una serie de plataformas de las que opina que priman los productos de consumo, a los de gran calidad, que considera que son minoritarios, por lo tanto no son buenos para cultura, para el componente de formación cultural que deben tener para la sociedad en la que vivimos, y cree que actualmente no se está cumpliendo mayoritariamente en estos momentos en la televisión, dejando un poco al margen el contenido formativo cultural que se consume a través de la televisión y eso lo considera un poco inquietante. Con respecto a que estas plataformas, al tener mucho volumen de series que se abran horizontes laborales para los actores, considera que no es cierto, ya que muchos de estos actores al finalizar, se quedan en la calle y las expectativas de continuar en la profesión son mínimas y no han estado ganando una cantidad muy elevada. El deterioro del mercado laboral, se refleja en la calidad final del producto, desde su punto de vista y él sigue luchando para intentar que se pueda llegar a mejorar esta situación.
“Al final, tenemos una profesión muy inestable, muy insegura, en la que nadie te puede garantizar un puesto de trabajo, pero es una profesión muy hermosa si saben verlo, como una alcachofa, hay que quitarle las hojas para llegar a lo tierno, al corazón y esta profesión sería parecida a esa alcachofa, en sentido rupestre, una hermosa profesión si realmente cómo es”.
Pros: Conoces gente fascinante, lugares, culturas, investigas, ves cosas/personas maravillosas que te rodean. El cariño de la gente.
Contras: No seguir una vida aparentemente normal, no poder asistir a bodas, bautizos, entierros, cumpleaños… no estar en fechas señaladas de la gente que aprecias, porque estás fuera trabajando.
Guarda muy buen recuerdo de muchos personajes que ha interpretado y no puede decantarse por ninguno, hay personajes inolvidables como el Arthur Kipps, en “la Mujer de negro”, Don Diego en “el sí de las niñas”, el “Hamlet” que hizo en televisión, el personaje de Emilio en “La Comunidad”, entre otros, personajes inolvidables.
“La mejor anécdota que se puede contar es que el público, a veces, es mejor de lo que parece y es muy emotivo que de pronto te paren por la calle para darte las gracias por tu trabajo, sin importarles realmente, decirlo, considero que de alguna manera, es un acto de amor, que aprecio mucho, y cuando eso ocurre, realmente me emociono, cuando un señor o una señora te paran por la calle, te dan las gracias y que cuánto sirve lo que haces, eso da una sensación de tranquilidad, bienestar, creo que es lo que hace que las sociedades/los seres humanos se empiecen a querer entre ell@s, el dar las gracias por algo.”
Aprovechamos desde aquí para darle las GRACIAS, por todo lo que nos regala con sus interpretaciones,por atendernos, por su tiempo y amabilidad.